Nos ha preocupado siempre el tema del consumo de los electrodomésticos, pero desde que entró en vigor la nueva factura eléctrica, todavía más.
A partir de ahora, algo tan básico como poner la lavadora o el lavavajillas, planchar o pasar la aspiradora, dependerá no solo de nuestro tiempo, de un horario determinado para que sea más barato. Por eso es básico saber qué electrodomésticos consumen más en casa, e intentar, en la medida de lo posible, hacer un consumo responsable. Y ya que cada día varía el precio de la electricidad y las horas en las que esos precios se aplican, puedes consultar aquí.
Se trata de usarlos sin remordimientos y no vivir asustado esperando la temida factura de la luz. ¡Toma nota!
1. El frigorífico

Una gran parte del consumo se lo lleva la nevera. No se apaga casi nunca. La abrimos muchas veces, metemos cosas calientes, o no hacemos una correcta revisión de las gomas, ni la limpieza periódica que necesita la parte trasera (2 veces al año con aspiradora). Es muy importante que se abra lo menos posible y que no la llenes nunca a tope. Descongela usando la parte de arriba (ayudas con ese frío extra al interior), y elige un buen sitio para ponerla: ni cerca del horno, ni de una fuente de luz directa. Comprueba que alrededor del aparato circula el aire y no la pegues a la pared. ¿Vas a comprar una nueva? Los electrodomésticos más eficientes (antes A+++) quedan asignados, como mucho, a la clase B. A más frío más consumo, ¡más gasto! La nevera no necesita bajar de los 5º C, el congelador a -18º C, está bien. Y si te vas de vacaciones, déjalo limpio y vacío, y lo desenchufas (gasto cero).
2. La lavadora y la secadora

También se usan prácticamente todos los días (al menos la primera). Para no consumir tanto, separa la ropa por colores, y en función de lo sucia que esté. Apuesta por programas cortos y usa agua fría siempre que puedas. Tender al aire libre es lo más barato, pero cuando no hay más remedio selecciona el centrifugado más rápido de la lavadora para que no le cueste tanto secar. ¿Vas a planchar la ropa? Finaliza entonces el programa antes. Como en todos los electrodomésticos el mantenimiento es básico: limpia las pelusas del filtro y del condensador, y llena el tambor respetando la carga máxima.
3. El lavavajillas

Es otro gasto que afecta a la factura, aunque suele ser más eficiente que lavar a mano por el extra de agua. Para ahorrar, llénalo del todo, manteniendo limpios los filtros. Hay que reponer el abrillantador y la sal, y usar programas ECO (50- 55º C) en vez del normal. La media carga no ahorra mucho, es mejor esperar a que esté lleno para ponerlo en marcha. Los modelos nuevos son bastante silenciosos, es posible que los puedas programar y usar de madrugada cuando la luz es más barata. Y si pones placas solares en casa, y vas a comprar uno nuevo, elige un modelo con entrada de agua caliente. ¡Todo suma para ahorrar!
4. El horno

En verano, no se usa tanto, pero aun así, su consumo se nota bastante en el gasto. Precalentar no hace falta si lo vas a usar más de una hora. Programa el temporizador para apagarlo 10 minutos antes de acabar la cocción (con el calor residual se termina de hacer la comida). No abras mucho la puerta, hornea varias cosas a la vez (mejor en trozos pequeños) y no abuses del grill. Recuerda descongelar del todo los alimentos, antes de meternos al horno, pasándolos a la nevera.
Puedes ganar tiempo si quieres, hirviendo la comida unos minutos antes. Algunos lo hacen con las verduras. Así reduces el tiempo de cocción en el horno y también la energía. Los recipientes de vidrio o cerámica requieren menos tiempo para coger temperatura.
Y el mejor consejo que te podemos dar: si estás pensando en reformar la cocina, procura no ponerlo cerca del frigorífico.
5. La televisión

Dicen que, después de la nevera, es el electrodoméstico que más consume. Hay casas en las que se pasa el día y parte de la noche, encendido. Para colmo, a diferencia de lo que sucede con la nevera o el lavavajillas, la eficiencia energética no es un factor determinante para casi nadie en su compra. ¡Es un gran error! Con la llegada de los modelos inteligentes, su uso se ha ampliado y se utiliza como centro multimedia, incluso para controlar otros electrodomésticos de casa.
¿Qué se puede hacer? Primero, apagarlo si no se usa y usar regletas para evitar el temido consumo fantasma (también del microondas, la cafetera, el PC…).
Y si vas a invertir en uno nuevo, elige un televisor ecoeficiente para fomentar el ahorro de tu factura y de emisiones de CO₂ a la atmósfera.
6. La vitrocerámica

No se usa todo el día (no más de 4 horas en muchos hogares), pero cuando se hace, consume según los expertos el doble que el frigorífico o la lavadora. Dependiendo del plan de energía que tengas contratado, encenderla a la vez que otros aparatos puede hacer que salten los plomos.
Una buena idea es invertir en una placa de inducción (ahorras un 40% respecto de la vitrocerámica tradicional). Y cambiar algunos hábitos para rascar unos euros más: cocinar en horas valle, elegir el recipiente más pequeño que nos sirva, tapar las ollas, y desconectar el aparato si no se va a usar durante un buen tiempo.
7. El microondas

En muchas casas solo se usa para calentar el vaso de leche o recalentar comida, pero en realidad compensa mucho más que el horno, si lo usamos para cocinar. ¿Consume menos? No, prácticamente lo mismo (unos 900 kWh), pero son capaces de cocinar mucho más rápido.
Hay miles de recetas tradicionales adaptadas a este aparato en el que, con el recipiente adecuado, se puede hacer «casi» todo. El truco del vaso de agua para calentar arroz o la pizza es famoso, pero hay más. Si compras un microondas, una cafetera o una plancha, ten mucho cuidado con no leer la etiqueta. Estos pequeños electrodomésticos, pueden llegar a representar el 27% del gasto total de energía en una casa. Es muy importante que te detengas antes de comprar y analices el impacto que puede causar en la factura anual de energía.
¿Y tú, cómo llevas el tema de los consumos? ¿Has hecho cambios en casa o en tu forma de vida para reducir el gasto? Recuerda que, con la opción de cambiar tus bombillas por LEDs, puedes ahorrar bastante. Déjate asesorar para saber que sistema es mejor, en función del consumo que hacéis en casa.